Sunday, June 11, 2006

Delirio


El país donde las almas no son torturadas. Donde las ideas inconexas no deambulan por tu mente. Es donde la descomposición de los cuerpos reina por debajo del Sol.
Lejos... muy lejos está el país donde quisiera vivir. El sentimiento de desconcierto no me deja ver más allá de la luz, me separa de mi ansiado paraíso.
Algún día lo conseguiré, llegará el día qu reinaré en mi solitario país donde mi alma será libre.

Castillos siniestros de fantasmagóricos sentimientos son los que se derrumban dentro de mi corazón. Siniestro corazón que no encuentra lugar alguno donde poder ser libre. Corazón maldito que no encuentra respuestas a las preguntas llenas de desilusión.
Flores que mueren dentro del alma por no poder encontrar aquello que las hace sentir vivas. Malditas flores desalmadas que se marchitan en la tumba de los recuerdos.

Las tinieblas persiguen de cerca las almas torturadas. La vida corre demasiado deprisa, los castillos son derrumbados, las flores marchitadas y... aún así, la vida sigue corriendo sin darse cuenta hacia donde va...

Comida de gusanos, agujeros profundos, soledad dentro de la nada. Ansiado deseo que la vida no puede cumplir. Maldita vida que separa la triste alma de su libertad.

Por qué todo es tan extraño y a su vez tan simple? Sensaciones que desearías no haber sentido jamás pelean con las sensaciones que querrías sentir para siempre. Lejos... muy lejos... donde nadie sienta nada, donde nadie llore, donde nadie sepa lo que es el amor.

Mirar el amor a los ojos es imposible. Te reta con su belleza a no poder poseerle jamás. Demasiado para mi... jamás seré merecedora de él.
Mi ansiado amor, mi ansiada belleza que se escurre de mis manos cada vez que intento cogerlo.
Se me escapa no sin antes herir mi maldita alma. Maldecida está por pensar que podía mirar el amor a los ojos.
Como soy capaz de pensar que conzco al amor si siempre se me ha escapado cuando creía poseerlo?
A cambio que tengo? Una siniestra desilusión que me cuenta con susurros al oído que soy una alma muerta... Muerta en vida, torturada y sin ninguna oportunidad de tener el amor entre mis débiles brazos.

Me siento débil, no puedo luchar, no puedo respirar... NO SOY CAPAZ DE AMAR.

Tus cansados ojos pueden ver el paraíso, pero jamás tocarlo. Jamás con tu conciencia sentirás que formas parte de él. Puedes pasear por entre sus tumbas cuando la luz del Sol te permita cruzar sus puertas. Pero al caer el Sol, la sirena sonará, y tus ojos se llenarán de lágrimas al ver que tansolo era un paseo... Un paseo más con conciencia, un paseo que de nada sirve porque la noche te alejará siempre de él.
Sientes tus propios pasos, que deambulan entre los mausoleos de piedra. Solo deseas ser abrazado, para siempre sentir un abrazo, no sentir nada más que un cálido abrazo... nada más.

Querrías gritar pero no puedes. Tu corazón ansia el susurro de la muerte que nunca llega.
Al cruzar la puerta sientes tranquilidad, pero sabes que es algo efímero. La perpetuidad del sentimiento de calma jamás llegará mientras estés en tu estado de conciencia. La conciencia te separa de tu deseo.

Los relojes de arena alados parecen un inanimado consuelo para ti. Te hablan y te intentan decir que no te preocupes, tu amor por la muerte va a ser correspondido pronto. Pero hasta entonces... Cuántas veces más tendrás que enfrentarte a tus sentimientos de miedo? Cuántas veces más al caer la noche desearás que no vuelva a amanecer para tus ojos? Por cuántos siniestros caminos tendrás que pasar sin fuerza para avanzar?

Todo parece ir bién hasta que oscurece en tu mente y se iluminan tus ideas.